La huella hídrica es un indicador que refleja el uso total de agua fresca que se emplea para producir los bienes y servicios consumidos por individuos, comunidades o producidos por empresas. Se concibe como una herramienta de gestión integral del agua que considera tanto el uso directo como el indirecto de este recurso vital. Su cálculo ayuda a entender, asignar y optimizar el consumo de agua, permitiendo una gestión más eficiente y sostenible de los recursos hídricos.